LAS MINAS DE LAS MÉDULAS:
Las Minas de las Médulas son unas antiguas explotaciones mineras romanas situadas aproximadamente a 300 metros de la pedanía de las médulas, perteneciente a la localidad de Carucedo, en la comarca de El Bierzo de la provincia de León.
Es una fabulosa obra de ingeniería como la mayor explotación de oro a cielo abierto que existió en todo el Imperio Romano. Aunque no fue la más productiva, ya que para conseguir unos pocos gramos de oro había que remover bastantes toneladas de tierras.
Con la llegada de los romanos,los castros astures se convirtieron en campamentos metalúrgicos y sus habitantes en poblaciones sometidas.Se transformó lo que hasta entonces era una explotación a pequeña escala en una explotación intensiva,utilizando principalmente el método de RUINA MONTIUM. el oro se conseguía mediante el desplome de la montaña por la acción del agua. El paso previo para conseguir que la montaña se viniera abajo era la excavación de una cuidadosa red de galerías interiores,lo que sin duda, requirió la presencia de técnicos cualificados.
El resultado final era la creación de un auténtico laberinto en las entrañas de la montaña.
Primero se excava un túnel principal y a partir de éste se iban abriendo otras galerías secundarias.
Las Médulas no fueron una zona escogida al azar por los romanos para comenzar a buscar oro, eran tierras de aluvión con polvo de agua donde había abundante agua y suficiente pendiente como para utilizar esa agua de fuerza hidráulica, además de existir suaves pendientes hacia el Sil que se podían utilizar como desagües.
martes, 4 de diciembre de 2018
lunes, 22 de octubre de 2018
POMPEYA Y HERCULANO
POMPEYA Y HERCULANO:
Después de la erupción del Vesubio ocurrió esto en Pompeya y Herculano:
Una columna de ceniza y piedra se elevó sobre el cielo de Pompeya a una altura de 30 kilómetros que después empezó a caer sobre los ciudadanos, como el viento iba hacia el sur, a los ciudadanos de Herculano también les cayó ceniza y piedra de esa columna. Esa columna de ceniza y piedra estaba ardiente, 360 grados. En la primera excavación de Pompeya se encontró algún que otro resto de humanos que no tenían todas sus partes. En 1860 el arqueólogo Giuseppe Fiorilli obtuvo los moldes de esos huecos rellenándolos con yeso. Las muertes de los ciudadanos Pompeyanos y Herculanos eran muy rápidas, instantáneas por los gestos de dolor de esos ciudadanos en las imagenes. Fue el registro más grande de la historia por su potencial y número de víctimas que fueron 15000-20000 mil. Los ciudadanos tuvieron el suficiente tiempo para huir y no lo hicieron por su estado nervioso hasta que esa columna alcanzó Pompeya.
Después de la erupción del Vesubio ocurrió esto en Pompeya y Herculano:
Una columna de ceniza y piedra se elevó sobre el cielo de Pompeya a una altura de 30 kilómetros que después empezó a caer sobre los ciudadanos, como el viento iba hacia el sur, a los ciudadanos de Herculano también les cayó ceniza y piedra de esa columna. Esa columna de ceniza y piedra estaba ardiente, 360 grados. En la primera excavación de Pompeya se encontró algún que otro resto de humanos que no tenían todas sus partes. En 1860 el arqueólogo Giuseppe Fiorilli obtuvo los moldes de esos huecos rellenándolos con yeso. Las muertes de los ciudadanos Pompeyanos y Herculanos eran muy rápidas, instantáneas por los gestos de dolor de esos ciudadanos en las imagenes. Fue el registro más grande de la historia por su potencial y número de víctimas que fueron 15000-20000 mil. Los ciudadanos tuvieron el suficiente tiempo para huir y no lo hicieron por su estado nervioso hasta que esa columna alcanzó Pompeya.
miércoles, 3 de octubre de 2018
Dioses Romanos
LA DIOSA ROMANA DIANA
Diana era una diosa romana, diosa virgen de la caza protectora de la
naturaleza. Diana poseía varios poderes, entre los que se encontraba la
capacidad de tele-transportarse. Además, ella era la encargada de cuidar de la
naturaleza y del medio que le rodeaba. Era una mujer ágil, bella y con grandes
dotes para la caza, aunque cuando alguien iba en contra de ella, hacía uso de
sus poderes para hacerle la vida imposible. Sin embargo, cuando otros pueblos
de alrededor de Roma pretendían ponerles trampas a los habitantes o a los animales
de su ciudad, ella con sus poderes les echaba una maldición. Esa maldición
podía ser que cuando los enemigos volviesen a revisar las trampas, cayeran en
sus propios engaños.
A Diana le gustaba mucho tener limpia su ciudad, así que de vez en cuando,
ella misma recogía la basura que otra gente tiraba. Como muchos de los romanos
le ayudaban con la limpieza de la ciudad, si las batallas se producían en Roma,
ella facilitaba la batalla a los romanos, por lo que la mayoría de las veces
solían ganar los encuentros con sus enemigos, por lo que la ciudad quedaba más
protegida. Además, los romanos tenían una estatua de la diosa Diana en el
templo para rezarle cada vez que tuvieran que luchar. Por otro lado, los
gladiadores romanos llevaban en su armadura un símbolo en honor a Diana para
que les diera fuerza para luchar.
Diana era muy generosa, por lo que cuando los esclavos de Roma necesitaban
alimentos para sobrevivir, ella les daba comida sin que ellos lo supieran
Por todas estas cosas, cada año Roma hacía un homenaje a la diosa para que
así protegiera a los emperadores, gladiadores y esclavos romanos en las
batallas contra el resto de pueblos.
domingo, 23 de septiembre de 2018
La Revuelta de Espartaco
LA REVUELTA DE ESPARTACO
Espartaco era un gladiador que
provenía de la región de Tracia (suroeste de Bulgaria). Espartaco fue capturado
por los ejércitos romanos para trabajar como esclavo en una cantera pero fue
liberado por su destreza en el combate y se convirtió en gladiador.
Entre los años 73-71 a.C. Roma
tuvo que hacer frente a su tercera guerra servil, llamada Guerra de Espartaco.
Esta guerra fue especial por el número total de esclavos que participaron y por
el líder (Espartaco) que estuvo a punto de acabar con la República de Roma.
La guerra empezó en la academia
de entrenamiento de gladiadores de la ciudad Cápua. Espartaco aprovechó sus
dotes combatientes para encabezar una rebelión servil con ayuda de dos líderes
celtas (Crixo y Enomao).
En un primer momento el Senado de
Roma no tomó en serio a las tropas de Espartaco, por lo que permitieron a los
esclavos atacar el campamento romano. Gracias a esto se unieron más esclavos al
ejército de Espartaco llegando a ser más de 50.000 hombres.
El general Marco Licinio
arrinconó a los gladiadores de Espartaco en el sur de Italia y con la ayuda de
la flota de Cneo Pompeyo Magno consiguió derrotar a la tropa de Espartaco.
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